sábado, 29 de marzo de 2008

Pobre pato

Si aquello era un pato bien hecho que baje Dios y lo vea. Yo no sé que parte del "hecho"no entienden. Qué manía tendrán en los restaurantes de ponerte la carne que parece que acaben de matar al pobre animal.

Ayer noche fui a cenar con unas amigas al Ximatò, un restaurante que han abierto hace poco en el pueblo. Las críticas recibidas no eran muy buenas, no obstante, me aventuré a probarlo y, la verdad, ya me podría haber quedado en mi casa con mis gatos comiéndome una pizza.
Se me ocurrió pedir magret de pato y maldita la hora en que lo escogí. Los entendedores del buen comer diréis ¿cómo se te ocurrió pedir ese plato si te gusta la carne muy hecha?

No era la primera vez que pedía ese plato y me había gustado pero bien cortadito - a filetes - con salsa generalmente dulce (salsa de arándanos o naranja) No esperaba que estuviera calcinado pero tampoco quería diera cabezadas. Aquello era un tarugo de carne sangrienta, con un puré de manzana de guarnición que dejaba mucho que desear. Era, en definitiva, un pato recién degollado.
Se me ocurrió pedir al camarero que me lo hiciera un poco mas y, a regañadientes, cogió el plato añadiendo:

- Este plato se sirve así – Dijo cortante.
-¿Así cómo? ¿Nadando en sangre?- Repliqué

Lo peor de todo es que cuando me devolvió el plato - al cabo de 20 minutos y ya mis amigas casi estaban terminando- ese caldo sangriento que acompañaba al pobre patito se había duplicado. ¡Dios! Hubiera preferido la muerte antes que comerme aquel plato más propio del homínido que aún no ha descubierto el fuego.
Sin pensármelo dos veces le dije al camarero:

- Lo siento, pero esto es incomible. Yo quería comerme un pato y no hablar con él. Cuando puedas tráeme un carpaccio de bacalao. Pero por favor...SIN SANGREEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!

3 comentarios:

Mond dijo...

¡Qué historia! Me gusta la parte en donde dices que no querías platicar con él... ¡pobre pato!

Irene dijo...

jeje..es que deberias haber visto aquel pato....que horror!!

txusman dijo...

vengo de visita... de camino con Mond... y desde luego vendré a saludarte a menudo, pero a comer... no,no!!!
en tu pueblo ni hablar...
por ciero el bacalao...boqueaba todavía?
saludos.