martes, 22 de noviembre de 2011

Otoño

En tus noches me recuesto,
Parece que los años no han pasado, no se marcan en los diarios, ni en los periódicos que leo, ni en la fotografías que tomo…
Recuerdo que las imágenes más bellas las has traído desde el inicio, así como mis lágrimas con tu lluvia,
diferentes países, diferentes ambientes, diferentes climas; una sola estación.
Hoy no siento el cambio, pero lo persigo, lo anhelo…
Me cuelgo de los telares que anidan en los rincones de las ventanas, dejando que los truenos me estremezcan y que la lluvia entre a mi cama y moje mis sábanas, que claman por tu llegada, por tu ímpetu, por tu nostalgia y tu inspiración…
Eres un recuerdo perenne, eres mi amor, eres mi fantasía, eres…
Eres mi búsqueda constante y finita. Eres mi consuelo y desconsuelo al tenerte tan sólo para mí, al no poder compartir tu belleza con alguien…
Eres quien no me abraza más que con un frío oleaje, con un frío viento de tormenta presagiando nostalgia…
Mi lluvia de truenos, de sollozos, de encuentros, de desafíos…
Gris, mi soledad, mi amor.
Dorado, el oro de tus caminos, de tu perfume en el aire… abrasador.
Estás aquí y te extraño tanto que me refugio en tu cortina, y salgo esperando disfrutarte
algún día.