martes, 25 de marzo de 2008

ÑONGO-ÑONGO

Por Carlos Cubero



Antropomorfismo: Atribución de características y
cualidades humanas a seres no humanos,
objetos o fenómenos naturales.



I



Cuando ves un morrito gatuno asomando por una vagina, uno no sabe que pensar sobre la vida. Un ser autónomo, con vida propia y aficionado a comer foie- grass de tercera, tiene cuatro seres de menor tamaño alojados en su panza.

Los gritos de una gata primeriza son aterradores y la reaccion de Nino, un ruso azul padre de la inminente camada, fue desconcertante. Mientras yo me estremecía por la llegada de una nueva vida, Nino se dedicaba a morder en la nuca a la parturienta.

- ¡Pero qué haces, degenerado! - le gritaba para que depusiera su conducta y le pegué un coscorrón por si las palabras no eran suficientes. Lo hice muy flojo porque Nino es un gato peculiar pero de buena pasta. Es sólo que no supo reaccionar ante una situación tan estremecedora. Cómo todo ruso azul que se precie, Nino es un gato melancólico y profundo, con cierta propensión a la depresión y muy sensible a cualquier cambio. La única trastada a la que nos tiene acostumbrados es a la de abrir cajones y puertas cuando se lo tenemos prohibido.
Cuando le dí el coscorroncito se alejó temeroso y encontró refugio en la conducta regresiva que tenía más a mano: se puso a hacer ñongo-ñongo, pellizcando y atusando el cubrecamas como quien carda lana para luego posarse.


II




Una placenta de gato se parece a un pimiento morrón, a un globo deshinchado o a una guindilla gigante. Desvincular a un retoño rompiendo con tus dedos el cordón umbilical es como limpiar una sepia o como estirar una porción de pizza.
Un gato recién nacido - caliente y húmedo de líquido amniótico - no se parece a nada que yo haya sostenido entre mis manos.


III



A mí la responsabilidad de una vida tan frágil me provoca un miedo insuperable. Me inhunda el temor de que se me escurra entre las manos. Chiqui, la Chartreau primeriza, parece sin embargo haber nacido para ser madre. Se despanzurra en el canasto que con amor ha preparado su ama para toda la camada. Está recubierto con una confortable manta y, para mayor confort, se le ha añadido un calefactor que insufla aire caliente de forma intermitente.
Todos parecen estar sanos y presentan un impoluto reflejo de succión. Se retuercen como peludos gusanillos mientras se disputan los pezones hinchados de Chiqui. Su ama siempre les recuerda que hay pezones de sobra para todos y Nino siempre se procura un sitio estratégico - allá en lo alto - para controlar toda la escena.

Yo ando traumatizado. Chiqui, la radiante madre, se metió cuatro placentas entre pecho y espalda y eso es algo que aún no he superado. Sé que es la conducta habitual en los partos de felinos - y en Tom Cruise - pero yo debo haber sucumbido al artificio de los tiempos modernos. Y aquello me pareció estremecedor.
Nino, por su lado, sé que no me ha perdonado. Es un gato silencioso pero muy expresivo y puedo ver el contraste de sus reacciones en su mirada: cuando mira al canasto y ve a sus cuatro chiquitines, sus ojos se le llenan de compasión y comedido regocijo. Cuando me mira a mí, sin embargo, lo hace con recelo y con ánimo de venganza. Los rusos azules y, en especial Nino, son inteligentes y tienen mucho amor propio, y sé que aún no ha olvidado el incidente del coscorrón.

Por eso, Nino, desde aquí te pido disculpas por haberte atizado. Yo también estaba nervioso y a los hombres como yo no se nos permite hacer ñongo-ñongo. Incluso cuando sólo queremos hacer eso, se nos pide que estemos a la altura de las circunstancias.
Te prometo un friskies semanal para limar asperezas y para ayudarte a vencer ese humor enrarecido y absolutamente justificado. Pide lo que quieras por esa boquita de hocico hinchado: un arenque, una lata de atún, un palito de cangrejo o un ratoncito; lo que sea para que nuestra relación vuelva a los cauces de la normalidad.

Nino, somos una familia y ahora, más que nunca, necesitamos estar unidos. Recuéstate a mi lado y procurémonos calor mutuo.

Te quiere.

Carlos

No hay comentarios: