jueves, 20 de diciembre de 2018

Mereces a quien se muera por verte y
que las ganas se le transparenten y los minutos cuenten.

Mereces a quien le vuelvas loco despeinada, con la cara lavada o preciosamente maquillada.

Mereces a quién considere tu sonrisa su casa, y su hogar tu mirada.

Mereces a quien le gusta oirte cantar, aunque sea desafinada; a quien te saca a bailar sin música, en cualquier calle transitada.

Mereces a quien te deja notas, en las puertas pegadas.

Mereces a quien recuerda tus lunares, tan estratégicamente puestos que pudiera dibujarlos como sí un mapa de constelaciones se tratara.

Mereces a quien conoce tus cicatrices, tus defectos y también manías y a pesar de tanta imperfección, le fascinas.

Mereces a quien te admira, por esos pequeños pasos que das en la vida.

Mereces a quien celebra tus logros y te besa en la frente en tus pequeñas derrotas.

Mereces a quien te ofrece su jersey en una noche fría, al que te habla mirándote, al que te seca las lágrimas con sonrisas.

Mereces a quien te da besos de buenos días, caricias de buenas noches y abrazos en la cocina.

Mereces a ese que te coge desprevenida, que te alza en volandas y te contagia su risa.
Mereces a quien completas, a quien con sólo mirarte tiemblas.

Mereces a quien te come los miedos, a quien no le asusten los precipicios, pues te estará agarrando tan fuerte, que si cae, cae contigo...

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Desilusión

Mis ojos, mis ojos miran,
no alcanzaron a cerrarse,
húmedos aun no lloran
por el miedo a marchitarse.

Mi cuerpo, mi cuerpo prisionero,
se ha rendido y está por ahogarse,
impávido acepta su destino,
de la angustia no podrá escaparse.

Mis manos maniatadas maldicen,
libres seguirían mis deseos,
no te preocupes por lo que dicen,
el suicidio comenzó en mis sueños.

De a poco se va apagando mi voz,
es mi destino que así lo quiere,
ya es tarde, no cambiará mi suerte,
mi corazón, mi corazón muere.


martes, 22 de noviembre de 2011

Otoño

En tus noches me recuesto,
Parece que los años no han pasado, no se marcan en los diarios, ni en los periódicos que leo, ni en la fotografías que tomo…
Recuerdo que las imágenes más bellas las has traído desde el inicio, así como mis lágrimas con tu lluvia,
diferentes países, diferentes ambientes, diferentes climas; una sola estación.
Hoy no siento el cambio, pero lo persigo, lo anhelo…
Me cuelgo de los telares que anidan en los rincones de las ventanas, dejando que los truenos me estremezcan y que la lluvia entre a mi cama y moje mis sábanas, que claman por tu llegada, por tu ímpetu, por tu nostalgia y tu inspiración…
Eres un recuerdo perenne, eres mi amor, eres mi fantasía, eres…
Eres mi búsqueda constante y finita. Eres mi consuelo y desconsuelo al tenerte tan sólo para mí, al no poder compartir tu belleza con alguien…
Eres quien no me abraza más que con un frío oleaje, con un frío viento de tormenta presagiando nostalgia…
Mi lluvia de truenos, de sollozos, de encuentros, de desafíos…
Gris, mi soledad, mi amor.
Dorado, el oro de tus caminos, de tu perfume en el aire… abrasador.
Estás aquí y te extraño tanto que me refugio en tu cortina, y salgo esperando disfrutarte
algún día.


lunes, 6 de junio de 2011

miércoles, 1 de junio de 2011

en el Mar de Mármara

Sé que mi corazón alguna tarde,
recordará estas aguas quietas
del Mar de Mármara.
Y este liviano encantamiento azul
del cielo que las sueña.

Sé muy bien
que mi corazón alguna tarde,
en el jardín, quizá, ya del crepúsculo
buscará este frescor, estos reflejos
del lento amanecer que ven mis ojos.

El mar, el Mar de Mármara,
con buques siempre varados en sus aguas,
con buques que renuncian a cualquier travesía,
quietos también sobre sus aguas.

Los pájaros escriben con sus vuelos
en la celeste página de la mañana
el salmo que recito de verdad y belleza.

Esta visión, esta emoción
viaja ya por el tiempo hasta ese día,
para dejar temblando su milagro.

Entonces, me acordaré de hoy.

lunes, 24 de mayo de 2010

¿Te he dicho que te quiero?

Los días habían pasado inexorablemente, con pequeños mensajes, escasas llamadas, y el corazón latiendo apresuradamente por la necesidad de sentir sus brazos de nuevo, cada día que pasaba sin poder sentir sus caricias le hacía languidecer, su sonrisa desdibujada apagaba su cara, y las personas que la querían se preocupaban por su aspecto, porque su tez reflejaba lo que sentía internamente........ En su cuerpo también se notaba, había pasado tan sólo un mes pero había adelgazado 10Kg.

Le faltaba algo......le faltaba él.......era como el aire que respiraba, como la sangre que corría por sus venas, como el agua que necesitaba para subsistir, como las ideas que se creaban en su mente, sin él no era nada...............o al menos eso sentía ella.....

Pasado el mes, volvieron a encontrarse, ella estaba decidida a terminar con aquel sufrimiento que la martirizaba día y noche y así se lo dijo, le dijo que le dejaba, que no podía continuar con esta situación, nunca sabía cuando le vería, cuando volvería a estar en sus brazos, sabía que sería duro, pero había tomado la decisión.

Él la abrazo y la beso primero levemente en los labios, con gran delicadeza, y después atrayéndola hacía él, la besó con pasión, como si quisiera absorber su alma a través de sus besos, y como en un susurro le dijo "¿Te he dicho que te quiero?"

Sabía que eso la desarmaría y así fue, ella se derrumbo en sus brazos, ya no tenía fuerza para seguir adelante, él continuó diciéndole, "Déjame, hazlo si puedes, pero antes de tres semanas volverás a mi lado, porque no puedes subsistir sin mi, me necesitas para vivir, soy yo quien te da la vida.......". Ella con el alma rota, tuvo que reconocer que él tenía razón y que no podría dejarlo, ahora entendía a las mujeres maltratadas a las que siempre había recriminado que no se plantasen y abandonasen a sus parejas.... Ahora ella era una de ellas...

Él volvió a abrazarla, la beso con más amor que nunca, comenzó a despojarla de sus ropas y la amó como nunca antes lo había hecho, repitiéndole continuamente cuanto la quería y cuanto la amaba, lo importante que era ella en su vida, y que nunca podría prescindir de ella, como ella tampoco podría hacerlo de él. Le repitió hasta la saciedad que ella era su mujer, sin la cual no podía vivir. Ella se abandonó al momento, y comprendió que no podía dejarle, disfrutó de su presencia y de su amor..

lunes, 17 de mayo de 2010

El momento mas feliz

El momento más feliz

Cuando llegas a casa,
me besas, sonries,
hablamos de tantas cosas
que nos han pasado
y quedan por pasar.

El momento más feliz

Cuando tarde, en la cama,
yo te abrazo y tú susurras
que quieres quedarte,
quedarte a mi lado
por siempre jamás.

Sé que es casi nada,
pero me sirve de tanto,
sólo una palabra tuya
para olvidarme del pánico.

Minúsculas gotas de paz,
trocitos de tranquilidad,
son las claves del colchón
de un corazón a medio curar.

El momento más feliz.